Nada
me perseguía, pero mis pies se movían intrépidos entre atardeceres
El
barro acartonado llevaba en sus entrañas mis lágrimas nocturnas,
Y no
hubo lluvia suficiente para limpiar la sangre de las calles.
¿A
qué sortilegio se encuentra encadenada un alma cuando no haya ni en su sombra
el consuelo?
está
cargado de abulia, guerras rojizas y noches muy frías,
por
eternidades he estado afilando mi lanza, por tiempos coléricos cargando mi
tizona a la espalda.
¿Qué
tanta lujuria se esconde en la sangre, que ahora quienes la provocan llevan la
honra?
El
ímpetu con el que recorren las calles haciéndose propios de ajenas vendettas,
la
beatitud que nunca se encuentra es el pan de cada día, Ave Marías de noches
desiertas,
Aman
su patria como se quiere el futuro, pero la lloran como el pasado doliera.
Amanece
y los alcaravanes se alimentan de cuerpos inertes,
de
unos cuantos ojos o cerebros acartonados,
el
día llega a imponer un doloroso comienzo con rayos bizarros
y
todos comienzan a vivir de nuevo en un círculo de despilfarro.
-Elvira
Puello Flórez.
~ ~ ~
Elvira
Puello Nació en Apartadó-Antioquia el 3 de septiembre de 1999, Estudiante de
Medicina. Esta joven poeta escribe desde hace dos años y, actualmente trabaja
en un libro de su autoría.
Presentemente
reside en Leticia-Amazonas.
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