viernes, 7 de octubre de 2016

Los poemas de Oswaldo Flores Cumarin

I.

Uno se sienta
y nada ocurre

No crece flor
ni hay dios que trepe la oración hasta arriba del mundo

Dos se sientan
y hay una misa que no ocupa al mundo


El poema, tan callado como un ángel de yeso,
espera una altura que lo quiebre
romperse sobre sí mismo en algo cierto:
            una piedra que rompa el espejo de las aguas
            un disparo que parta relámpagos en el día
            un golpe que pueble la huella de sangre
            un dolor que le recuerde la víscera del mundo.

II.


Se ha muerto el verso esperando          
            -debo ir a casa
            -beber agua de sus rincones
El poema es un toro de lidia en una sabana de flores
(lo más terrible manso)
El poema es tan negro como su sangre
tan férreo, viscoso
(una herrumbre, una herradura)
Y solo puede ser así:
                        Una justa, una cuenta, un chasquido

El poema más poderoso es el que se olvida
         en la estación:
falso otoño
terco de verano hastío

el más terrible vilo
El poema es un toro de lidia
esperando la estocada de los pájaros.


(Del poemario inédito Instructivo para bajar del autobús)

***

CONFLICTO


La paz quiso empezar aquí  y no nació
Y dijo: empezaré por el grito, y no nació
Y se dio contra pared
se dio con el aplauso de las palomas

la paz quiso nacer en la orilla
y encontró a un niño pisado por el mar
un niño, o una sombra olvidada por las manos,
la paz quiso cruzar una línea y fue abaleada, la muy paz


La paz del mundo, dicen las lámparas de vidrio,
quiso alumbrar con el hermoso dolor de un parto
 y murió en la boca del universo hecho miss, la muy paz

La hoz(hada) salió volando
en las manos de una prostituta que me miró
desde la ventana del Puertas Azules, si no del cielo
anularada paloma
dedo cruel y volante
como la estrella y la espuela  


La paz quiso morir aquí y encontró flores
Pleno plexo, pecho tierra
La paz vio las flores del mal en el torso de un niño
en su peso inocente sobre la orilla
y quiso ser una marcha
una parsimonia en la ventolera-cielo,

Paz! Paz! Paz! sobre los cueros
es la única paz que tengo:
la del barrio por la noche cuando solo yo veo lechuza
paz en las manos de los choros, invisibles,
ladrones de verso, beso y cora
la paz de los amantes con la que se fabrican niños en el callejón a media noche
la dulce “paz a sus restos” del obituario

La paz, al fin, nació contra la pared
y empezó con un grito
la paz  fue la onomatopeya del cielo
en una vara rota.



(Del poemario inédito La libreta de Chet Baker)


*** 

NARCÍSIMO



Hay que ser tan oscuro como una noche
para ser mendigo, dice la sombra

Y entintarse del color de las cosas
conocer el tizne-rubor de las esquinas
y sus humores

vestirse de un vaho príncipe
de un púrpura a solas
pillar el rubor de los árboles y ser su lazarillo

oficiar una misa en silencio
arrojar humo blanco cada vez que mueras
y sepas que en tu lugar hay otro

Llénate de huellas los bolsillos, propias y ajenas, dice la sombra 
de manos que ni torsos
de pies oscuros, casi charcos

hay que dejar al tiempo anidar en un hebra de cabello
que tenga el ancho del mundo, dice la sombra
y saber mirar en lo profundo
de cada charco
hasta dar con la anciana huella que lo engendró.




(Del poemario inédito La libreta de Chet Baker)

*** 

AMOR


El amor es la estrella roja de cinco puntas
VICTOR VALERA MORA


Mi mundo corre el último lugar en la carrera de los mundos
Y yo por dentro una parsimonia
un carnaval
un caracol soplado por el vientre

Esta diminuta partícula del amor en pinta
es lo que me salva
y vivo feliz este tercer lugar del mundo que me  remeda una victoria

En un día así
pienso en los amigos que han saltado bajo su sombra
que apagaron sus moscas en los bombillos
Pienso en Ofelia saltando a una charca con flores
en la palabra que nunca pudo perdurar unas manos
en el breve corazón de los insectos, su fiebre de multiplicación
y la fosa que cavaron los ángeles por aburrimiento
Pienso en el amor cantando la canción de los fusiles:


La libertad es un caballo de madera que nos explota
La libertad es un caballo bonito
Un caballo descuartizado por el hambre

Yo mismo he sido un caballo en mi vida anterior
por eso sueño con mis crines al final del mundo
y soy instrumento de la guerra
por eso llevo metal atorado entre los dientes
y voy rumiando
este amor que llevo a parches en los ojos. 


(Del poemario inédito La libreta de Chet Baker)

 ***

MISA DE LAS TRES



El persigne es un rendición

¿Ampararse de qué?
¿De quién, con la fragilidad de unos dedos?
¿Hasta dónde llega la salva de las manos?

Henos aquí,
apenas un significante,
tratando de salvarnos
pactando con la muerte  y el conflicto
en unos dedos
y al borde del chasquido
la salvación de tanto

Acaso no sería
mucho
más honesto
acabar con tanta perversión
a balas y a coñazos.


(Del poemario inédito Instructivo para bajar del autobús)


OswaldoFlores Cumarin (Caracas, 1985). Licenciado en Letras por la Universidad Central de Venezuela (UCV). Ha realizado talleres literarios en la Casa de las Letras Andrés Bello, el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos y Monte Ávila Editores. Poemas suyos han sido publicados en la revistas culturales web Gente emergente, digopalabratxt.com, Stand up Poetry, del portal web Inspirulina.com, entre otras. Fue conductor del programa radial Habitantes de la palabra  junto a Estrella Gomes y se ha desempeñado como facilitador de talleres literarios en el interior de Venezuela para la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello. Actualmente cursa la maestría de literatura venezolana en la UCV y se dedica a la escritura.

Ciudad de La Hoz

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