martes, 17 de mayo de 2016

Aída de la Fuente



Aída de la Fuente nación en León en 1915 y creció en Uvieu. Su padre, Gustavo de la Fuente, fundador del PC en Uvieu, y su madre, Jesusa Penagos, sería fusilada durante la guerra civil.

Aída era en 1934 una diriginte local de la juventud comunista que recababa dinero para lxs presxs politicos y distribuía el periódico Juventud Roja en los bares, en la calle y hasta en la Casa del Pueblo.

Durante las dos semanas que duró la "Comuna Asturiana" participó en la organización de hospitales y comedores y actuó como enlace entre el Comité Revolucionario de Uvieu y el

frente oeste de la ciudad, por donde entraron las tropas del general Franco, destacadas por el gobierno republicano para sofocar la revolución.


Ante el avance imparable del ejército se retiraban las fuerzas revolucionarias protegidas por un reducido grupo que defendía la posición con una ametralladora manejada por Aída, logrando frenar el avance enemigo durante varias horas, pero fue herida por las tropas del general Yagüe, cuando la descubrieron la preguntaron como se llamaba a lo que ella respondió COMUNISTA LIBERTARIA. Fue fusilada, junto con algunos supervivientes, en el paredón de la iglesia San Pedro de los Arcos y enterrada en una fosa común.

La historiografía burguesa dice que Aida tenía 19 años pero la verdad es que ella tenía 16.

En 1936, tras sus hazañas le dieron nombre a una calle de Xixon y al batallón Asturias nº1 y poetas como Rafael Alberti o Arturo Serrano la dedicaron algunos versos. También fue y es un símbolo feminista del compromiso de las mujeres con la lucha revolucionaria.

Gracias a Aída de la Fuente muchas mujeres se incorporaron a la lucha obrera por el socialismo y por la liberación de la mujer frente a la explotación patriarcal.


AIDA, NUNCA EN EL OLVIDO

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